El vestido largo se ha convertido desde hace años en una prenda de tendencia intermitente, aunque parece que después de varias temporadas en nuestros armarios, seguirán ahí al menos hasta finalizar el verano. Los hay para todos los gustos, colores, estampados, lisos, palabra de honor, escote halter,... En fin, que se podría decir que hay un vestido largo para cada mujer. Y aunque tradicionalmente este tipo de prendas no estaban recomendadas para aquellas no demasiado altas, los tiempos cambian y, afortunadamente, el seguir las tendencias la mayoría de las veces está vinculado a mirarse al espejo y lucir aquellos looks que nos gusten pero que nos queden bien (eso sí, yo por mi parte cuando me pongo uno debe ser muuuy largo).
Además, los vestidos largos ya no solo están relacionados o con fiestas de gala o prendas hippys. Ahora nos los podemos poner en cualquier momento y en cualquier lugar (pero aunque lo diga el Vogue, la Elle o la Glamour Stylo-jajaja- repito, a quien no le gusten no se los pondrá nunca, y a quien sí, no le importará lo que digan las revistas de moda, se los pondrá y punto)
Y a qué viene este rollo patatero?, pues simplemente para enseñarles el look elegido por Mariana para asistir a una comunión este domingo en Tenerife. Este tipo de celebraciones son sinónimo siempre de quebraderos de cabeza en asuntos modiles (como diría mi compi Marta C) pero Mariana lo ha solventado con un vestido largo en color turquesa, que ha complementado con una blazer y un bolso estilo clutch en color crudo o nude.
Y como no me canso de repetir como un mantra, el mejor complemento de un look es la actitud: si estamos cómod@s con lo que llevamos nos sentará divinamente. Así que nada como una sonrisa para estar bien y a ser felices (que zen me ha quedado jajajaj).
Vestido: Fórmula Joven de El Corte Inglés
Blazer: Mango (outlet)
Bolso: Vintage
Bss
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